(Zaragoza, 26 de Noviembre de 2024).- Mañana, se debate y vota en las Cortes de Aragón una iniciativa presentada por el Grupo del PSOE que, si saliera aprobada, significaría que Aragón recupera la Ley de Memoria Democrática que derogaron PP, VOX y PAR.
La derogación impulsada, por VOX y apoyada por el PP y el PAR, motivó un buen rapapolvo de la ONU por vulnerar derechos, el Tribunal Constitucional la paralizó cautelarmente y seguimos a la espera de que el citado tribunal dicte su pronunciamiento definitivo.
Pero, a su vez, aquella derogación confirmó que el Gobierno de Aragón, presidido por el Sr.Azcón, abrazaba los postulados de la extrema derecha con la que gobernaba entonces, se ponía del lado de los victimarios y abandonaba a las víctimas del franquismo, muchas de ellas aragonesas.
Argumentaba, entonces, que la derogación respondía a una exigencia impuesta por VOX para facilitar el Gobierno bipartito del partido popular y la extremaderecha. Añadieron, y mañana veremos si lo siguen pensando, que era necesario derogar una ley que incitaba al rencor y fomentaba la división entre españoles y españolas.
El Sr, Azcón se alió con esa derecha ultra y reaccionaria para la cual la memoria democrática no existe. Demostraron que, para ellos y ellas, esa parte del S XX que este país vivió, ese gobierno legítimo republicano que fue «derogado» por un golpe fascista, los 3 años de salvaje guerra que siguieron, los 40 años de dictadura franquista, los miles y miles de personas asesinadas, torturadas, esclavizadas, exiliadas, expoliadas, los bebés robados… no forman parte de nuestra historia, no es una parte de nuestro pasado reciente que hay que conocer, explicar y proteger.
Siguen hablando de la memoria democrática con rencor, con redomado negacionismo de lo sucedido, con mentiras permanentes y con un exacerbado empeño en blanquear al franquismo. Por eso afirmaban que la Ley de Memoria Democrática era «totalitaria», que tenía una «ideología sesgada», que «era un ataque claro a la reconciliación nacional», que tenía un «claro afán partidista y revanchista» y que «quería borrar la generosidad de aquel acto de perdón mutuo nacional que supuso la Ley de Amnistía de 1977.
Lo cierto es que esa ley preconstitucional de 1977, la que tanto gusta a las derechas, es la que blanqueó la dictadura y permitió que, de la noche a la mañana, franquistas convencidos/as, se convirtieran en «demócratas». Algunos/as de ellos/as, con bandera franquista incluida, los hemos tenido en direcciones generales de este gobierno.
El Sr. Azcón, ya “libre” de las imposiciones, claramente consentidas y aceptadas, de sus socios de gobierno, mantuvo su línea de no reconocimiento de la verdad, de no aceptar el derecho de las víctimas del franquismo a la Verdad, la Justicia y la reparación, y de blanquear al franquismo presentando un “Plan de Concordia” que ni siquiera cita a la dictadura ni a las víctimas del franquismo.
Hoy, el Sr. Azcón, su Gobierno y el Partido Popular van a tener la oportunidad de rectificar el daño que hicieron, de recuperar los derechos de las víctimas del franquismo y de permitir que la ciudadanía pueda ejercer su derecho a la Verdad, a la No Repetición y al conocimiento de lo sucedido. Mañana pueden votar para que puedan recuperarse los derechos que eliminaron.
Con su voto demostrarán si su posición con la memoria democrática y las víctimas del franquismo es la misma que la de la extrema derecha o es acorde con la democracia, con la condena del franquismo y con el respeto y el reconocimiento de las víctimas del franquismo como defensores y defensoras de la libertad y la democracia.
No sabemos lo que harán mañana. PAMA, nosotras y nosotros, estaremos en la tribuna de Las Cortes para seguir el debate y constatar los planteamientos y votos de cada grupo parlamentario. Estaremos, también, para que sus señorías sepan, a la hora de intervenir y de votar, que independientemente de lo que refleje la votación, reafirmamos nuestro compromiso de luchar contra el olvido, de defender la dignidad y memoria de quienes fueron perdedores y perdedoras, de reconocer su compromiso con la defensa de la libertad, de la democracia y de la legalidad republicana y de seguir exigiendo Memoria, Verdad, Justicia y Reparación y Derecho a la No Repetición